Sexualidades que (no) se nombran



El viernes 21 de mayo de 2010 salió una nota en el Suplemento SOY de Página12 que se llamaba "Closet arde" -firmada por Alejandro Modarelli-.

Versaba sobre la cuestión de las explicitación "compulsiva" de la identidad de género u orientación sexual de una personalidad pública, con especial interés en los políticos y los famosos en pleno debate argentino por el llamado "matrimonio igualitario". Antes que nada, no puedo evitar hacer un comentario a propósito de esto: "matrimonio gay", "matrimonio igualitario", "matrimonio de personas del mismo sexo" o "matrimonio entre personas del mismo género" como editorializan desde CN23, son distintas formas de consignar en las que presiste una palabra "matrimonio".

Entiendo la razón por la cual se mantiene este elemento, pero aún así no estoy del todo seguro de cuál es la versión que adoptar en el uso cotidiano.

Hecha la disgresión, retorno al tema inicial: La nota de la que hablaba se refiere a una operación simbólica -pero también política- de búsqueda de visibilidad. Insisto, no creo que sea menor este punto. El debate por estos días, fundamentalmente el rol de los medios masivos de comunicación en su abordaje, también da cuenta de la dificultad para muchxs de "nombrar" lo que antes parecía abyecto, lo que antes era "invisible" a lo noticiable, lo que para muchos sigue siendo solamente objeto de burlas o estigmatizaciones.

A propósito de estas "dificultades" propias del nombrar, creo que también hay en ello una potencia. Es la que nos presenta el tratamiento de esta ley: hay muchxs comunicadorxs bienaventurados a los que se les nota que no tienen ánimos de bardear, pero aún así reproducen esas formas discriminatorias. Algo similar pasa muchas veces cuando se habla de "trata de blancas" para referirse a la "trata de personas" (o lo que sería más claro "tráfico de mujeres, niños y niñas para la explotación sexual" o "laboral" en condiciones de esclavitud).

Todos los caminos conducen nuevamente a la función social y política de los medios masivos como territorios dónde muchas veces se construye y disputa el sentido de la vida cotidiana.

Vuelvo al comienzo, para terminar, porque suelo irme por las ramas: al artículo mencionado lo acompañaba una subnota. Dejo dos citas de aquella, advirtiendo que salió en el SOY que es un suplemento único en los diarios de tirada nacional. Las señalo porque me parecieron parte de "esas cosas" que empiezan a poder ser dichas en los medios masivos argentinos:


Sobre el Ejército:
"(...) Los ecos del jolgorio prusiano resonaron en el Ejército Argentino, dentro del cual hubo en el siglo pasado dos grandes episodios: el primero, la acusación del capitán Arturo Masedo al mayor Comas, que lo asesinó en 1906. Los medios de la época temieron por una crisis de jerarquía en la institución armada. Pero la más estridente salida masiva del closet, y por la fuerza, se dio en 1942 con el escándalo de cadetes del Colegio Militar, fotografiados desnudos y con las gorras puestas en fiestas de gays. Se cree que en la proclama de los golpistas de 1943 se aludió elípticamente al caso cuando se subrayó la corrupción en que habían caído las Fuerzas Armadas. (...)"


Sobre el Futbol:
"(...) En el universo del fútbol, los rumores se compran como obras de arte. Pero sólo Justin Fashanu salió del closet en 1990, a raíz de lo cual sufrió la persecución mediática, y se suicidó el 2 de mayo de 1998. El recuerdo de su historia y su muerte dio origen al día internacional contra la homofobia en el fútbol. (...)


Evidentemente, hay mucho por (aprender a) decir.

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