Trece respuestas a trece mitos sobre la prostitución
Ni es el oficio mas viejo del mundo, ni puede considerarse como un trabajo. Tampoco una forma fácil de ganar plata. Desde la campaña “Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución” elaboraron un interesante recorrido por las formas mas comunes mediante las cuales la cultura patriarcal justifica la esclavitud y sometimiento sexual de las mujeres. Mitos para cuestionar, justificaciones para derribar.
1. Es el oficio más viejo del mundo
Falso. Supone que la prostitución es un atributo innato de las mujeres y, por lo tanto, inevitable, construcción muy conveniente al patriarcado y a los explotadores. La prostitución expone el propio cuerpo al servicio de otro, para que sea usado como mercancía, por tanto no es oficio sino esclavitud. Es imposible vender el cuerpo sin lastimar el alma. En sociedades primitivas, las mujeres aparecemos como parteras, alfareras, artesanas, curadoras, maestras, aurigas (conductoras de carro), recolectoras, antes que practicando la prostitución. Estos oficios ejercidos por las mujeres se pueden comprobar por la arqueología y la mitología popular pero son ignorados por la “historia” patriarcal. La prostitución tiene un inicio preciso: la afirmación del patriarcado.
2. Es una forma sencilla de ganar mucha plata
Falso. Las mujeres en situación de prostitución sufren daños irreparables, comparables con los daños de una persona que fue torturada, que sufrió una guerra. La gran mayoría de las mujeres en situación de prostitución es muy pobre. Los proxenetas son los que se enriquecen. La trata y el tráfico de mujeres para las redes de prostitución es uno de los negocios más redituables, junto con el tráfico de drogas y armas.
3. Lo hacen porque les gusta
Falso. La mayoría llega a la prostitución luego de historias de violencia, vulnerabilidad, pobreza, engaños (de sus parejas, de sus familiares), violaciones, exclusión y falta de educación. Muchas también son secuestradas y obligadas, mediante torturas, amenazas, violencias. La prostitución no es elección. Es una opción cuando no queda otra opción.
4. Es elección libre, lo asumen de manera voluntaria
Falso. Para millones de mujeres, escoger entre hambre, abuso, aislamiento o prostitución no representa una verdadera opción. Cuando una sociedad aumenta los espacios de igualdad, social y sexual, y de nivel de vidad disminuye el número de mujeres del propio país que se dedican a la prostitución. Se necesitan muchos cómplices para prostituir, para considerar a la prostitución como ideal de “libertad”.
5. La prostitución VIP es libre elección, no es lo mismo que laprostitución de las mujeres pobres
Falso. Las mujeres hemos sido enseñadas por la cultura, los medios de comunicación, la escuela, nuestras familias a “ser” para…, a estar al servicio del varón. Las mujeres que son prostituidas en los lugares vip, también son usadas como mercancía (un poco más cara), también han aprendido que sus cuerpos están al servicio del varón, han entendido (porque el patriarcado se los ha enseñado) que sus cuerpos pueden servirles para ser consumidoras de lujos, a la vez que ser consideradas objetos de consumo. No fue una libre elección porque estuvo condicionada por la cultura. ¿Dónde está la libertad?
6. Se prostituyen para darle de comer a sus hijos
Falso. No se prostituyen, “son prostituidas” por varones que requieren sus cuerpos para afirmar su poder y su valía. Las mujeres amamos a nuestros hijos/as, sobre todo si elegimos ser madres, esto no nos imposibilita el darnos cuenta que sólo a nosotras se nos requieren todos los sacrificios para su cuidado y bienestar. Muchas veces sus hijos/as son vendidos/as por las redes, obteniendo ganancias extras para los proxenetas.
7. La prostitución es un trabajo
Falso. Esta forma de legitimación es un ardid de los y las oportunistas que “lucran” con cada mujer en situación de prostitución, incluidas aquellas religiones, las ONGs, los sindicatos, los organismos internacionales que les exigen llamarse “trabajadoras” para ser meritorias de asistencia y (de paso) bajar los índices de desocupación y justificar partidas de dinero dedicadas a tal fin. También es una reivindicación de muchas mujeres que creen correrse del papel de discriminación que la sociedad les tiene reservado (pensemos cómo se insulta a los genocidas, asesinos corruptos, ladrones). No siempre el consentimiento legitima una práctica, ni mucho menos la convierte en trabajo.
8. Todas las mujeres son putas
Falso. El sistema patriarcal utiliza la palabra “puta” para estigmatizar a cualquier mujer trasgresora (ver letras en boleros y tangos, etc) A la vez que nos une nos separa en putas y no putas: “las obedientes”, “las domesticadas”. Nuevamente, el centro está siempre en la culpabilización de las mujeres, mientras nadie dice algo que sí es verdaderamente cierto: todos los hombres pueden ser clientes.
9. Son mujeres de vida alegre
Falso. La vida de una mujer en situación de prostitución no es fácil ni alegre. Esta es una expresión acuñada por clientes y proxenetas que sirve para restarles responsabilidades en el daño que producen, El sexo prostibulario tiene que ver con el poder y no con el placer. Las mujeres en situación de prostitución conforman uno de los grupos más vulnerables de todas las sociedades en todas las épocas.
10. Si la prostitución no existiera habría más violaciones
Falso. No es cierto que los deseos sexuales de los varones sean irrefrenables. Esto es una construcción del patriarcado. El verdadero combate a la prostitución y a las violaciones pasa por una toma de conciencia, profunda reflexión y cambios de conductas que promuevan una práctica sexual que tenga que ver con el placer y no con el dominio.
11. Legalizar la prostitución (ya sea reglamentandola, con libreta, registrando las mujeres que son víctimas) protege a las mujeres
Falso. No protege a las mujeres en situación de prostitución que así serían maltratadas, pero con permiso, tratadas y traficadas legalmente y enfermadas, ya que el certificado de salud no se exige a los clientes- prostituyentes. Sólo protege el negocio para los fiolos, proxenetas y redes de prostitución. Las mujeres quedan igualmente exentas de todos los derechos y más expuestas que nunca a ser detenidassi se les ocurre estar paradas en las esquinas sin la protección de las mafias. Incrementa el negocio de los “pagos” para la policía, ya que al exigir más reglas arbitrarias, la coima aumenta.
12. Prohibir la prostitución es lo más digno para la sociedad
Falso. La prohibición de la prostitución genera más indefensión para el eslabón más débil de la cadena: las mujeres en situación de prostitución, porque cuando se prohíbe la prostitución, se persigue a las mujeres. No remedia el ejercicio de la sexualidad de los varones con poder de dominio sobre las mujeres.
13. La mujer como provocadora y el varón como víctima no responsable
Falso. El varón es un cliente potencial desde que deja de ser niño. El sistema patriarcal-capitalista nos enseña que los varones tienen derecho sobre los cuerpos de las mujeres y, a la vez, que los poderosos tienen derecho sobre los cuerpos de los más débiles. No es “cliente”, es prostituyente, aunque sea invisibilizado. “Porque tu pagas es que hay prostitución”.
La prostitución está inserta en un mecanismo de múltiples sistemas de opresión y explotación: estructuras económicas y sexistas que crean barreras para el desarrollo en el plano personal, educativo, político y en el plano laboral de todas las mujeres. Eliminando murallas sexistas e igualando posibilidades mediante la supresión de estructuras económicas injustas es cómo abriremos la vía para las mujeres entrampadas en la explotación sexual. Eliminando la dominación masculina sobre la sexualidad de las mujeres eliminaremos a los prostituyentes de nuestras sociedades. Respetar los Derechos de las Humanas es la consigna.
FUENTE: RED NO A LA TRATA
FOTO: http://stencilenbuenosaires.blogspot.com/