entrevista
ARRIBA LAS PIERNAS
La Policía Metropolitana tiró abajo las puertas de un consultorio de Constitución en donde una mujer se estaba realizando un aborto. El operativo fue transmitido como un show en la televisión. Las Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto creen que no se trató de un hecho aislado, sino de la persecución del macrismo a los derechos de las mujeres trabajadores. En tanto, ellas, con su línea para informar sobre abortos seguros, ya recibieron nueve mil llamados y siguen intentando garantizar la salud de las mujeres.
“Si vas a abortar en tu casa, que sea durante el primer trimestre. Si vas a abortar con pastillas que sean de misoprostol. Si vas a hacerte un aborto, que sea seguro. ¡Es tu derecho” es el lema de las Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto.
Ellas son apenas una ronda de mesa, pero han dado vuelta la mesa de discusión sobre la interrupción voluntaria del embarazo para pasar de la teoría a la práctica de ayudar a mujeres desesperadas con información, sin proveerles datos concretos, pero sí intentando que corran menos riesgos.
Ellas son una organización política que da información (no recomiendan, ni indican, ni asesoran, ni son médicas) desde julio del 2009, en donde decidieron dar un celular para evitar las muertes, las lesiones, las angustias e, incluso, los abortos forzosos (por parte de padres, novios o patronas) en las mujeres. Desde ese momento hasta ahora ya recibieron más de nueve mil llamadas y estiman que este año otras cinco mil personas (embarazadas, novios, padres, madres y patronas) llamarán al celular de información sobre aborto seguro que atiende todo el colectivo político de la agrupación.
“Aborto inseguro NUNCA MAS”, dice el cartel que está detrás de la ronda de mate, charlas, atención y análisis en un nuevo local a la calle que abrieron en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires, ahí donde el aborto no es tabú, sino tema cotidiano y la orientación es bienvenida. Los prejuicios no. “Mauricio Macri no persigue al aborto, persigue el aborto de las mucamas”, sentencia la abogada Luciana Sánchez.
Ellas también denuncian que la gestión macrista no compra ni provee anticonceptivos, que tampoco realiza jardines maternales, pero que persigue a farmacias o médicos que atienden a mujeres de clase media o media baja como una estrategia política de colocarse en un rol conservador. De hecho, la semana pasada, la puerta del consultorio de un médico fue tirado a patadas por la Policía Metropolitana mientras ayudaba a una mujer que portaba un embarazo no deseado. “La estrategia es correr a Cristina con el tema del aborto también en la Cámara de Diputados, para que se discuta en aborto y colocar este debate como un supuesto piantavotos”, analiza la trabajadora social Verónica Marzano.
Las dos saben que las mujeres que se encierran en el baño a rogar por una sola rayita en el test espontáneo de embarazo, que piden que ese chorrito de pis puesto en un minicuadradito las desligue de un embarazo, son las destinatarias de su esfuerzo, de su escucha, de su lucha política y del manual Todo lo que querés saber sobre cómo hacerse un aborto con pastillas, de las Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto, de Editorial El Colectivo. El libro también se puede bajar por Internet. Porque la idea no es sólo luchar por una idea sino que la mortalidad materna y el sufrimiento bajen.
“Hay toda una situación de avance en los derechos de las mujeres de acceso a un aborto seguro, pero una clara intención del gobierno macrista de retroceder”, remarca Sánchez
La semana pasada la Policía Metropolitana irrumpió en el consultorio de un médico que estaba practicando un aborto. ¿Creen que fue un hecho aislado o parte de una decisión política?
Luciana Sánchez: –Hace un mes hicieron un operativo en una farmacia que vendía oxaprost, supuestamente, sin receta, en San Juan al 1600, por Constitución, y la detención del médico también en la zona sur de Buenos Aires no nos parecen situaciones aisladas. El macrismo ya no está sólo haciendo cosas por omisión, como no mandar ambulancias a las villas 21 o 31 en un abandono de la salud pública, sino que además avanza en la persecución. Mientras que los anticonceptivos que hay en los hospitales de la ciudad no son comprados por la Ciudad sino por el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable del Ministerio de Salud de la Nación. Pero, además, no sólo no los compra, ni siquiera pone una carpeta para repartirlos.
¿El macrismo no compra anticonceptivos y tampoco reparte lo que les da el gobierno nacional?
Verónica Marzano: –Las denuncias que nos llegan son que los anticonceptivos no llegan a los centros de salud porque no hay ni camionetas para repartirlos o que los ponen en subsuelos que se inundan y que hay partidas enteras de anticoncepción de emergencia que se han perdido porque se mojaron.
En la Ciudad de Buenos Aires una ley obliga a invertir el primer millón de pesos recaudados en bingos a la anticoncepción gratuita. ¿No se cumple con esta norma?
L.S.: –Es que el millón de pesos es para el Programa de Salud Sexual y Reproductiva porteño y no para la compra de anticonceptivos. Entonces, se pagan gastos básicos y los sueldos del poco personal que hay. Pero la Ciudad no compra anticonceptivos. Además, hay una persecución política del macrismo para que los funcionarios no den información.
La candidata a vicejefa de Gobierno y actual ministra de Desarrollo Social, de la cual depende la Dirección de la Mujer, María Eugenia Vidal, se declaró en contra del aborto. ¿Si fuera coherente, no tendría que reforzar el reparto de anticoncepción gratuita para evitar embarazos no deseados y que no se produzcan abortos?
L.S.: –Todo el mundo sabe que subió la maternidad adolescente bajo el gobierno de (Mauricio) Macri.
V.M.: –Si aumenta la maternidad adolescente tiene que ver claramente con que hay chicas que no tienen opción y tienen amigas que terminaron muertas o sin útero por haberse hecho un aborto en las condiciones en las que ellas pueden acceder a un aborto. Hay chicas de menos de treinta años que ya tienen una mochila pesada de tragedia y criminalización.
Hasta ahora siempre se dijo que el aborto era un delito no perseguido y que, por lo tanto, no tenía razón de ser como delito. ¿Empezar a perseguirlo como hizo la Policía Metropolitana es una estrategia para reforzar la persecución al aborto?
L.S.: –Hay algo importante de aclarar: Macri no tiene competencia para perseguir el aborto porque es un delito –y eso le corresponde a la Policía Federal y a los jueces federales–. La Ciudad no tiene un sistema penal propio. Sí hay algunas instancias delegadas –como el ejercicio ilegal de la medicina– y puede perseguir contravenciones y faltas. Por eso, acusa al médico de ejercicio ilegal de la medicina, que entra en su competencia. Pero la Policía Metropolitana entra al consultorio a patadas (como se pudo ver en televisión) porque necesita encontrar al médico con las manos en la masa, si no su intervención es ilegal porque ellos no tienen competencia para investigar abortos. Lo que pasa es que lo quieren usar para la campaña electoral, porque Macri es antiaborto. Por eso la Metropolitana entrega la filmación a un canal de televisión.
¿El electorado de la ciudad de Buenos Aires es antidespenalización del aborto?
L.S.: –Las encuestas que hay en la ciudad muestran que hay más o menos un 70 por ciento de las personas a favor del aborto, pero eso dice que hay un treinta por ciento que no lo está.
V.M.: –Me parece que la estrategia de Macri es posicionarse enfrente del Gobierno. Y él supone que perseguir que las mujeres no aborten es diferenciarse del Gobierno.
La esposa de Mauricio Macri (Juliana Awada) está embarazada. ¿El marketing político llega tan lejos?
V.M.: –Sin dudas. El quiere mostrar sus diferencias con el gobierno por derecha y cree que el aborto lo diferencia de un gobierno progresista. De hecho, María Eugenia Vidal tiene que ver con esta campaña. La investigación al médico tenía cinco o seis meses y recién sale ahora en plena campaña electoral. Pero el conservadurismo retrógrado ya no es acompañado por la sociedad.
¿El procedimiento a la Metropolitana puede tener como efecto el encarecimiento de los abortos clandestinos?
V.M.: –Probablemente sirva para aumentar el precio, porque el médico puede alegar mayores riesgos, y probablemente sirva para aumentar el negocio. En el mercado va a aumentar el precio. Pero en las mujeres va a aumentar el miedo, el estigma, y genera mayor retraso en buscar información, ansiedad y confusión. Lo que más nos preocupa es el impacto sobre las mujeres que se van a quedar embarazadas y van a buscar abortar.
L.S: –Esta intervención en un consultorio es una amenaza a las mujeres trabajadoras que abortan. No están allanando clínicas de Barrio Norte. Macri está impidiendo el acceso al aborto seguro de las trabajadoras.
Ni siquiera hay una persecución al aborto pero un buen sistema para prevenir embarazos no buscados. Y tampoco hay redes de jardines maternales para las mujeres que tienen hijos. ¿El gobierno porteño deja desamparadas a las mujeres frente a cualquiera de sus deseos y decisiones como ser o no madres?
L.S: –Macri es un racista y ya lo sabemos todos. Pero es un racista neoliberal. Y deja que las trabajadoras la pasen mal siempre: en el acceso a la anticoncepción, en el acceso a la maternidad y en el acceso al aborto. Macri no persigue el aborto. Macri persigue a las mujeres trabajadoras que abortan. Cuando persigue el misoprostol persigue la forma de aborto seguro de las mujeres trabajadoras. Cuando persigue a un médico en Constitución persigue a un médico que es muy respetado en Tandil –donde la gente lo está saliendo a apoyar– y no está queriendo defender a las mujeres de las mafias de los abortos clandestinos. Y, por lo que se pudo ver, no era un médico que le hacía abortos a cualquiera, sino a mujeres trabajadoras. No se está persiguiendo el aborto de cualquiera, se está persiguiendo el aborto de la mucama.
Aníbal Fernández dijo que él votaría a favor de la despenalización del aborto, pero el gobierno nacional no se manifestó a favor de cambiar la norma. ¿Creen que el macrismo se opone al Gobierno al oponerse al aborto o el Gobierno va a decir que no apoya la legalización del aborto?
V.M.: –El gobierno nacional no ha tenido nunca una política de persecución ni de estigmatización. Todo lo contrario. En el Congreso los diputados del Frente para la Victoria se han mostrado dispuestos a discutir el tema. Aníbal Fernández dijo que hay que encontrarle una solución a esta problemática y es lo mismo que decimos nosotras. Por lo menos no hacer una persecución penal a las mujeres es un paso adelante. La secretaria de Derechos Humanos se involucró en el tema y eso es un paso adelante. Este es un gobierno progresista y el aborto está en la agenda. Hay que discutirlo con las organizaciones sociales que están tomando la bandera del aborto legal.
L.S.: –Hay un mito de que (Jorge) Manzur, el ministro de Salud de la Nación, es malísimo y se come a las abortistas. La que era malísisma y se comía a las abortistas era (Graciela) Ocaña. El kirchnerismo desde el inicio viene planteando el aborto como un tema de agenda, pendiente y a resolver. En el Congreso, el bloque del Frente para la Victoria ha incrementado la cantidad de disputados/as a favor de la legalización del aborto. Nosotras creemos que, en este momento, la Coalición Cívica está obturando el debate probablemente para plantearlo en forma polémica en la campaña nacional, lo más cerca de octubre posible, con la misma estrategia que el macrismo. Es un tema que la oposición quiere usar políticamente porque Cristina es mujer y todo el mundo está atrás de saber si está o no a favor del aborto.
V.M.: –La Comisión de Legislación Penal del Congreso de la Nación está dilatando un dictamen. ¿Qué es lo que se está buscando? Usar el aborto para juntar o restar votos. Ya hay cincuenta diputados que apoyan el proyecto: ¿qué más vamos a seguir discutiendo?
Información sobre aborto seguro: 156-664-7070 / www.abortoconpastillas.info
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