Hace unos días se cumplió un nuevo aniversario de la muerte del "Negro" Fontanarrosa. Les dejo un muy buen cuento del mismo, leído por Alejandro Apo en Radio Nacional.


“Ángela y Celita” de Roberto Fontanarrosa
Alejandro Apo
Donde quiera que estés
Lunes a Viernes de 15 a 17 hs
Radio Nacional AM 870
Duración: 21:09 min.

Video Movilización de los Bachis al Ministerio




Video del Frente Darío Santillán sobre la movilización de los Bachilleratos Populares al Ministerio de Educación del 15 de Julio pasado.


Fuente de la foto: Iconoclasistas.

Salpicado de humor gráfico

Un par de cositas que quedaron acumuladas de días anteriores (Rep, Rudy & Daniel Paz, Liniers, Montt):

Rep



Rudy & Paz


Alberto Montt



Liniers

Eduardo Galeano (sobre el matrimonio igualitario)

Leemos en el blog de Vilma Ibarra:



Escrito de Eduardo Galeano recibido por el Dr. Hugo Cañón, Presidente de la Comisión Provincial por la Memoria.

Van pasando los días y todavía estamos celebrando. Ojalá cunda el ejemplo.
Esta ley argentina, matrimonio legal para todas y todos, es un triunfo de la diversidad y una derrota de la hipocresía que nos invita a vivir obedeciendo y a morir mintiendo.
Gracias, gracias mil, a los que han sabido ser más fuertes que su miedo y no se han achicado ante el gigantesco espectro de la Inquisición, que siempre tiene a mano los fósforos y la leña.



CAMPAÑA NACIONAL POR EL DERECHO AL ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO

LOS DERECHOS HUMANOS PARA LAS HUMANAS

Viernes 30 de julio 2010 - 12 hs
Avda. 9 de julio y Moreno


La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito reclamará ante las autoridades del Ministerio de Salud, la firma de la Resolución Ministerial que avale y dé alcance nacional a la aplicación de la nueva Guía Técnica para la Atención Integral de los Abortos No Punibles.
Esta resolución originalmente fue fechada el pasado 12 de julio y presentada en el informe oficial de Argentina como uno de los avances de la política de protección de los derechos de las mujeres en la reunión de la CEDAW en Washington. Dicha resolución fue posteriormente desmentida por el Ministro José Manzur.
Convocamos a concurrir a la sede del Ministerio Nacional de Salud Pública, Avda. 9 de julio y Moreno el día viernes 30 de julio a las 12 hs.
Organizaciones que forman parte de esta Campaña realizarán una intervención urbana con zapatos de las 100 mujeres muertas en este año por aborto clandestino y una muestra fotográfica para evocar la memoria de las más de 3000 mujeres muertas por aborto en el curso de los treinta años de vigencia de la democracia en nuestro país y se entregará una declaración de la Campaña al Sr. Ministro y a la prensa.

EDUCACIÓN SEXUAL PARA DECIDIR
ANTICONCEPTIVOS PARA NO ABORTAR
ABORTO LEGAL PARA NO MORIR


http://www.abortolegal.com.ar/
http://abortolegalseguroygratuito.blogspot.com

Contactos:
Claudia Anzorena (Mendoza): 0261-156616491, claudiaanzorena@yahoo.com.ar
Cristina Ércoli (La Pampa): 02954-419536 - ercoli.cristina@yahoo.com.ar
Florencia López (Bs.As): 011-1531962575 - mazalbaya@yahoo.com.ar
Marta Alanís (Cba.): 0351-155-649981 - marta.alanis@catolicas.com.ar
Ruth Zurbriggen (Neuquén): 0299-154282357 - ruthlibertaria@speedy.com.ar

Matrimonio y adopción




Para romper el silencio del blog, dejo dos audios del programa de Marca de Radio del fin de semana pasado. Eva Giberti hablando de adopción y la columna de Liliana Daunes sobre la aprobación del matrimonio igualitario. De paso, comparto -aprovechando el post alegórico- algunas fotos de las muy buenas galerías de Javier Fernandez.


"Un poquito más iguales"
Liliana Daunes
Marca de Radio
Sábados de 10 a 13 hs
Radio La Red AM 910
Duración: 14:03 min.









"Adopción" - Entrevista a Eva Giberti
Eduardo Aliverti
Marca de Radio
Sábados de 10 a 13 hs
Radio La Red AM 910
Duración: 92:21 min.




Reproducimos:



Aborto: lo que discute el diario La Nación no es lo que queremos discutir

Luego de la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, varias voces públicas se alzaron a favor de debatir la legalización del aborto. Pero hoy “La Nación” califica de “legalización de hecho” una reglamentación que el Ministerio de Salud adeuda desde hace 90 años. ¿Pretende “La Nación” engañar a toda la sociedad y hacernos creer que en 1921 se legalizó el aborto? ¿Pretende retrasar el debate otros 100 años y que discutamos el ya consagrado derecho de abortar de las niñas que son violadas por sus padrastros? ¿Pretende que todas las mujeres somos niñas que debemos ser autorizadas por el Estado antes de hacer algo que ya hacemos desde siempre?

Ante todo, “La Nación” pretende ocultar la realidad: el aborto en Argentina ya es un hecho.

Es un hecho en la vida de cada mujer: cada mujer aborta en promedio 2 veces en su vida.

Es un hecho cotidiano en la vida social: 1 mujer aborta cada minuto que pasa.

Es un hecho económico: el negocio del aborto clandestino mueve 1 millón de dólares por día.

Es un hecho masivo: hay entre 500.000 y 700.000 abortos clandestinos por año, muy pocos son abortos no punibles.

Es un hecho de salud: el aborto inseguro es la primera causa de muerte de mujeres embarazadas desde hace 20 años.

Es un hecho político: con el voto femenino, 1 aborto seguro = 1 voto
seguro.


Es necesario que la ley reconozca el hecho de que, salvo excepciones, todas las mujeres que vivimos hoy en Argentina estamos abortando masivamente de manera clandestina, y que elimine el miedo, la desigualdad y la explotación económica de las mujeres que genera la prohibición. Los avances de Argentina en derechos humanos de las mujeres están siendo evaluados por el Comité para la Convención contra todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW). Los Comités Internacionales de derechos humanos recomiendan a nuestro país desde hace 10 años legalizar el aborto. En el Congreso Nacional hay dos proyectos de ley listos para ser tratados este año. Hace 50 años, Eva Perón decía: “Donde hay una necesidad, hay un derecho”. La semana pasada, Cristina Fernández dijo: “Todo lo que sea reconocer derechos, ampliarlos, es bueno para la sociedad”.
Con 30 años de democracia, y 90 años de aborto no punible incumplido, ya es tiempo de legalizar el aborto para todas.

Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto

Miradas al Sur
Cómo se financia el partido de la fe católica

Por Eduardo Blaustein
eblaustein@miradasalsur.com



Los diferentes fondos públicos con que cuenta el culto católico para su funcionamiento en el país superan los 2.500 millones de pesos anuales.

Tras la sanción de la ley de matrimonio igualitario, durísimo golpe contra la
presunta autoridad espiritual de la Iglesia sobre los asuntos terrenales de los
argentinos, el tema del dinero invertido por el Estado en el sostenimiento del
culto católico y/o en su inmenso sistema de colegios confesionales es una
discusión que aguarda algún escenario mediato. Con dos mil años de comunicación
y propaganda a cuestas las autoridades eclesiásticas tienen perfecta conciencia
del asunto. De hecho se vienen anticipando al debate con cálculos como el que
todavía hoy pueden leerse en la web del Plan Compartir de la Conferencia
Episcopal Argentina, en la que se asegura que en 2007 el Estado dedicaba “una
partida de sólo 17.323.913 pesos” para el sostenimiento de la Iglesia, lo cual
apenas “representa el 0,014% del total del Presupuesto Nacional”. Así como los
documentos de trabajo eclesiales llegaron a sostener más o menos que los
homosexuales son proclives a convertirse en hombres lobo, el número es un
recorte falaz. En 2010, el dinero derivado al sostenimiento de la Iglesia se
incrementó a 35.868.353 pesos. Pero esa cifra es ínfima si se toman en cuenta el
dinero estatal que van a las escuelas confesionales, hasta redondear un monto
estimable en bastante más de 2.500 millones de pesos anuales.

Consultado por Miradas al Sur , Guillermo Olivieri, titular de la
Secretaría de Culto de la Nación –organismo responsable de pagar el sueldo de
los religiosos– informa que la partida que recibe esa cartera del Presupuesto
nacional asciende a 32 millones de pesos anuales. Desde el sitio oficial de esta
Secretaría, se informa que se asignan “por medio de sus diócesis y otros
organismos, en concepto de sostenimiento del culto que incluye la colaboración
económica para visitas ad limina , sínodos, conferencias regionales y
viajes en cumplimiento de acciones pastorales”. También se destinan a una red de
“437 institutos de vida consagrada inscriptos, que actúan a través de 4.500
casas y obras apostólicas existentes en todo el país”.

En el desagregado sobre el destino de esos fondos se hace mención a “Asistencia
Financiera/Culto Católico”, dinero que va a 122 arzobispos y obispos, 1.600
seminaristas y 640 sacerdotes. El sueldo de un arzobispo, actualmente es de
8.200 pesos. Sin embargo, Olivieri precisa que “debería ascender a 13.000
pesos”, por ser el equivalente al 70 por ciento de un juez nacional de primera
instancia. Sin embargo, los purpurados, amén de sus discursos en torno de la
equidad y los pobres, no pagan impuestos, no tienen cargas sociales, no aportan
a Ganancias ni a la jubilación.

Jorge Horacio Gentile, un ex diputado demócrata cristiano y docente de las
universidades Nacional y Católica de Córdoba, explica que los dineros del Estado
van también a parroquias de frontera o zonas desfavorables, a jubilaciones
graciables para sacerdotes (las pueden cobrar Antonio Basseotto, Christian Von
Vernich o Juan Carlos Maccarone, el obispo echado de Santiago del Estero
presuntamente por sostener relaciones non sanctas para la Iglesia), o a pasajes
para obispos, sacerdotes y agentes pastorales. En cuanto a los curas de
parroquias, el secretario de Culto de la Nación aclara que no cobran, excepto
los de frontera.

Lo poderosamente llamativo es que la asignación de estas partidas deviene de
tiempos en los que reinaba la paz social, primaban el diálogo y el consenso.
Todas y cada una de las normas relacionadas con los sueldos clericales nacieron
de “acuerdos con la Santa Sede” y de leyes surgidas en tiempos dictatoriales: de
la Revolución Libertadora al Onganiato y, de allí, al Proceso. Sólo durante la
última dictadura fue que se sancionó la Ley 21.540 en 1977 –que fija las
asignaciones mensuales vitalicias a arzobispos, obispos y auxiliares eméritos–,
además de otras… ¡Siete! leyes que ampliaron el número de curas e instituciones
confesionales beneficiadas.

Pero más allá del andamiaje legal que supo conseguir, la jerarquía eclesiástica
cita como argumento de base para justificar los fondos que eroga el Estado para
solventar su funcionamiento en el artículo 2º de la Constitución Nacional: “El
Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano”.


Recursos pesados. Como se dijo más arriba, lo abrumadoramente
sustancial de lo que el Estado invierte en el sostenimiento de la Iglesia no
pasa por los casi 36 millones derivados por el Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto (35 millones de pesos fue la primera partida que destinó el
Gobierno Nacional en 2009 para financiar un programa de protección de los
bosques nativos en las provincias; igual suma invirtió el gobierno de Santa Fe
para repavimentar un tramo de la Ruta 4 y construir un nuevo puente sobre el
Salado), sino por los miles de millones que van a escuelas confesionales. Desde
que en los ’90 se descentralizaron (mal) los recursos, el Ministerio de
Educación de la Nación no destina recursos con eventuales destinos a “privada o
pública”. Los fondos van a las provincias y éstas deciden su distribución. Hoy,
el presupuesto total del Ministerio de Educación es de $17.514 millones (20 mil
millones si se incluyen otros programas de gobierno que involucran a las FF.AA.
o la construcción de escuelas). A esto se suma la cifra que este año invertirán
las provincias: 64 mil millones, de los cuales cerca del 10 por ciento son
transferencias a la educación privada.

Cuánto de ese sector de la educación privada representa a las confesionales es
un rompecabezas complejo de armar. Pero hay pistas evidentes que permiten
rehacer un mapa cercano al real. De acuerdo al relevamiento oficial de 2008, en
todo el país existen 9.114 establecimientos escolares privados de los niveles
inicial, primario y secundario. De ese total, 3.638 son confesionales, 3.220 no
lo son y queda un número de 2.256 establecimientos “sin información”. Si se
aplicara una proyección prudente acerca de cuánto de ese 11 por ciento de los 53
mil millones transferidos a la educación privada va a las confesionales, la
cifra superaría largamente los 2.000 millones de pesos anuales destinados a
colegios religiosos, fundamentalmente para pagar salarios. A ese número hay que
añadir un 15 por ciento de lo que el Estado destina a través del Fondo de
Incentivo Docente y Compensación salarial –cuyo total es de 3.000 millones de
pesos–, que implican 450 millones más.

Como en tantas áreas, ni desde el Estado ni desde la investigación académica
abundan cifras definitivas, ciertas y precisas sobre este tema que
tradicionalmente incomoda a los funcionarios, incluso a los más progresistas.
Hace un par de años Horacio Verbitsky publicó una investigación en la que decía
que “la aproximación más confiable indica que el sistema privado consume el 13,5
por ciento de todos los recursos estatales para educación, que en 2006
ascendieron a 24.500 millones de pesos, y la confesional más de la mitad de ese
monto, el 7,5 por ciento del total, es decir 1.837 millones de pesos”.

No sólo en términos nominales o por el crecimiento de la inversión educativa a
escala nacional, parecería que la cifra actualizada es bastante mayor, hasta
superar los 2.500 millones. Más pistas para intentar armar el rompecabezas son
las que pueden tomarse de dos distritos tan importantes como el de la provincia
de Buenos Aires y el de la Capital (ver subnota en estas páginas). En la
Provincia existen poco más de 5.000 escuelas privadas, de las que 1.452 son
confesionales y, de nuevo, 1.954 aparecen como “sin información”. Por lo menos
hacia el 2008, más de 2.600 escuelas recibían el 100 por ciento del subsidio
para pagar salarios docentes, 1.315 recibían el 80, y otras 868 entre el 20 y el
80 por ciento. Estos últimos datos son de una investigación de la periodista
Nora Veiras, especializada en el tema educativo. En la gran mayoría de los casos
se trataba de escuelas confesionales.

Hasta aquí no entran a tallar los inmensos dineros privados asociados a la
Iglesia ya sea por colectas, en depósitos bancarios, asociaciones de empresarios
cristianos o complejos sojeros, para lo cual el lector deberá ir a otras páginas
de esta edición. Aún así, los números reseñados demuestran lo forzado del
argumento de la Conferencia Episcopal Argentina allí donde se dice que “el
aporte del Estado a la Iglesia representa el 0,014 % del total del Presupuesto
Nacional”. O cuando asegura que “concretamente, el aporte del Estado representa
menos del 7% de los ingresos que tiene la Iglesia argentina”, sin mencionar de
dónde proviene el 93% restante de una cifra total de ingresos no citada.


El pecado Rivadavia. Los defensores del sostenimiento del culto
católico con recursos estatales suelen retroceder casi 200 años de historia
argentina para fundamentar el por qué de ese gasto. En palabras del ex diputado
Gentile lo que “aparenta ser un privilegio tiene una razón histórica en la
cuantiosa confiscación de bienes que hizo el Estado a la Iglesia y a las ordenes
religiosas” durante los gobiernos de Martín Rodríguez y Bernardino Rivadavia,
hacia 1822.

Dos siglos después, tres países cercanos de la católica América latina (Brasil,
Uruguay, Chile) no sostienen ningún culto. El gobierno de España firmó un
acuerdo con la Conferencia Episcopal Española a través del cual se acabó con la
donación directa del Estado y se subieron los aportes voluntarios del impuesto a
las rentas, algo que también se practica en Alemania. Difícilmente pueda decirse
que la Argentina es un país más católico que Chile o España.

Y si se trata del respeto a una identidad religiosa, habrá que tomar las
principales conclusiones de la Encuesta Nacional sobre Creencias y Actitudes
Religiosas realizada, entre otros por Fortunato Malimacci y Juan Cruz Esquivel
en 2008 desde el Conicet. “Los datos destacan el pluralismo y la diversidad
presente en el campo religioso, junto con la preservación de una cultura
cristiana”, decía una de las conclusiones centrales de esa encuesta. Lejos de la
cifra tirada al bulto de un 85 a 90 por ciento de católicos practicantes que
suele manejar la Iglesia, el estudio hablaba de un 76,5 por ciento de la
población que se define como católica. Pero de ese porcentaje casi dos tercios,
el 61,1 por ciento, “se relaciona con Dios por su cuenta” y no a través de la
institución eclesial.

Siempre según la encuesta, en la Argentina existe un 9 por ciento de personas
que se declaran evangélicas, mientras que el 11.3 manifiesta ser ateo,
agnóstico, o no tener ninguna religión. El 23,3 por ciento no se casó o piensa
hacerlo por iglesia. El 76 afirma concurrir “poco o nunca” a los lugares de
culto. Según Malimacci y sus colaboradores, se está “frente a complejos procesos
de desinstitucionalización religiosa y de individuación de las creencias”.

¿Y el pago de los salarios para los obispos y curas? Según el trabajo, sólo es
aceptado por el 27 por ciento de los entrevistados.


Ayuda social. El cálculo realizado en esta nota de los recursos
estatales de los que dispone la IglesIa, no incluyen los aportes de Desarrollo
Social, que recibe Cáritas. Sin embargo, no se puede desconocer el importante
trabajo social que desarrollan curas y religiosos con los sectores más
vulnerables. En este punto, según el estudio mencionado anteriormente, la
contribución financiera del Estado a esta tarea tiene un amplio grado de
aceptación en la población, que llega al 75 por ciento.





Link a la nota:
http://sur.elargentino.com/notas/como-se-financia-el-partido-de-la-fe-catolica

Izquierda y diversidad (por José Natanson)

Página12 | El País | Lunes, 19 de julio de 2010

Opinión
Izquierda y diversidad
Por José Natanson

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Ni el pluralismo ni la apertura eran características
propias de la izquierda clásica, que tendía a ignorar a las minorías,
prestaba poca atención a las demandas particularistas y nunca contempló a la
discriminación como un verdadero problema.


Algunos ejemplos latinoamericanos ilustran esta afirmación. La Revolución
Nacional Boliviana de 1952, que algunos califican como la más radical del
siglo XX en Sudamérica, encaró un breve pero muy ambicioso proyecto de
inclusión social, con base en los sindicatos mineros, que produjo algunos
avances notables, como la nacionalización de los recursos naturales, el voto
universal y el reemplazo del ejército por milicias de obreros y campesinos.
Y si bien es cierto que eliminó algunas normas segregacionistas (los
indígenas, por ejemplo, tenían prohibido pisar la Plaza Murillo, equivalente
paceño de la Plaza de Mayo), lo hizo a partir de un proyecto de
homogeneización en clave mestiza, al estilo de la Revolución Mexicana,
dentro del cual la cuestión étnica no ocupaba ningún lugar.


Otro ejemplo. Entre febrero de 1981 y diciembre de 1983, después de
derrocar a la dictadura más longeva de Centroamérica, el gobierno de Daniel
Ortega, en su afán de imponer la reforma agraria y eliminar cualquier
vestigio de resistencia somocista, chocó contra la resistencia de las
comunidades de indígenas miskitos de la orilla del Río Coco. Con el
argumento de que muchos de ellos colaboraban con la Contra, el sandinismo
forzó una relocalización masiva. Los miskitos denunciaron varios episodios
de represión, en particular el conocido como “Navidad roja”, que derivó en
el exilio de 10 mil indígenas a Honduras. Algunos de estos acontecimientos
se encuentran razonablemente documentados y le valieron acusaciones a Ortega
en tribunales locales, así como una advertencia de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos.


Pero el caso más interesante es, sin dudas, el de Cuba, que siempre
consigue ubicarse en los extremos. En 1961, dos años después de la toma del
poder, el gobierno de Fidel Castro lanzó una serie de redadas masivas en La
Habana con el objetivo de detener, según la documentación oficial, a
pederastas, prostitutas y homosexuales. Este proceso llegó a su punto máximo
en 1965, con la organización de las Unidades Militares de Ayuda a la
Producción (UMAP), que funcionaron como campos de trabajo forzado de
aquellos considerados “antisociales”, entre los que se incluía a militantes
católicos, testigos de Jehová y homosexuales. Para estos últimos se sancionó
la Ley de Ostentación Homosexual, que permitía detenerlos sin mucho trámite.
Como explica la investigadora cubano-americana Frances Negrón-Muntaner
(“Mariconerías de Estado”, Nueva Sociedad 218), el machismo caribeño, el
estalinismo soviético y el catolicismo español se conjugaron para crear una
poderosa “homofobia de Estado”, que también se explica por la identificación
de los homosexuales con el turismo estadounidense prerrevolucionario,
considerado burgués y decadente.


Por supuesto, sería injusto reclamarles a los viejos comandantes
revolucionarios que se pusieran al día con demandas de inclusión étnica,
reconocimiento a las minorías sexuales o aceptación de la diversidad que
recién estaban comenzado a surgir. Sin embargo, detrás de estos ejemplos
aparentemente aislados hay un hilo invisible, un motivo estructural por el
cual los ciclos de transformación más radical del siglo XX latinoamericano
excluyeron sistemáticamente este tipo de planteos: me refiero a la idea,
propia de un izquierdismo superficial, de que la igualación económica
acabará de manera mecánica con todas las demás inequidades, y que, por lo
tanto, cabe sólo ocuparse de esta primera y fundamental desigualdad, pues el
resto viene después, automáticamente.


Es esta noción la que ha cambiado. La globalización, la fragmentación
social y la expansión de las nuevas tecnologías de la comunicación, entre
otros macrofenómenos contemporáneos, definen un mundo completamente distinto
al del pasado, y a menudo contradictorio: las tendencias actuales
uniformizan (sobre todo el consumo), pero también permiten un mayor
conocimiento del otro, lo cual abre espacios de tolerancia que antes no
existían; articulan grandes regiones económicas (ahí están los esfuerzos
integracionistas tipo Mercosur) pero también implican una revalorización de
lo local; borronean las fronteras nacionales (mediante, por ejemplo, las
migraciones masivas) pero a la vez cargan al Estado-nación de una cantidad
inédita de demandas; producen nuevas formas de exclusión, pero también una
horizontalización de las relaciones sociales (lo que Manuel Castells
denomina la “sociedad red”).


En América latina, estas transformaciones se produjeron en simultáneo con
las primaveras democráticas experimentadas entre mediados de los ’80 y
principios de los ’90. Así, los movimientos propios del mundo globalizado
–indígenas, feministas, de afrodescendientes, etc.– se superpusieron, y a
veces se articularon, con aquellos nacidos de la resistencia a las dictadura
militares (fudamentalmente de derechos humanos).


La izquierda ha sido permeable a estos cambios. Hoy, además de las
clásicas cuestiones de desigualdad económica y social, incluye en su agenda
los temas de etnia y raza, género, diversidad cultural y sexual, ecología.
Esto define un abanico de temas más amplio, diseñado un poco para adaptarse
a los nuevos tiempos y otro poco como respuesta a un argumento tan evidente
como novedoso: las diferentes desigualdades complementan o potencian la
clásica desigualdad social, tal como revela el repaso de algunos datos
básicos: en Brasil, por poner un ejemplo entre miles, la tasa de desempleo
de los hombres blancos en 2006 era de 5,6 por ciento, la de los hombres
negros de 7,1, la de las mujeres blancas de 9,6, y la de las mujeres negras
de 12,5; ese mismo año, la informalidad laboral afectaba a 42,8 por ciento
de los hombres blancos y, en el otro extremo, a 62 por ciento de la mujeres
negras, y ni siquiera la educación alcanza a nivelar estas diferencias: a
igual nivel de instrucción, los hombres negros reciben 73,9 por ciento de
los ingresos de los blancos y las mujeres negras 54,9 (todos los datos son
de IPEA).


Este tipo de estadísticas confirma la idea de que las desigualdades se
reatroalimentan y que para acabar con una es necesario enfrentarlas a todas.
Y ya sea por esta constatación, o por la necesidad de dar cuenta de la nueva
agenda globalizada, lo cierto es que, como sostiene el politólogo uruguayo
Daniel Chávez, el derecho a la diferencia comenzó a ocupar un lugar tan
relevante como el derecho a la igualdad en el imaginario de la izquierda.


Apenas asumió el gobierno, en enero de 2003, Lula creó la Secretaría de
la Mujer, orientada a impulsar políticas de igualdad de género, y en 2009 la
convirtió en ministerio. También creó la Secretaría Especial de Políticas de
Promoción de la Igualdad Racial, que implementa una serie de medidas de
“acción afirmativa”, como cupos para negros e indígenas en las universidades
públicas, exenciones fiscales para los centros de estudios privados que
incluyan cierto porcentaje de estudiantes negros y cuotas en el empleo
público. Aunque no asistió a la última reunión de la Asociación Brasilera de
Gays, Lesbianas y Trans, Lula envió una carta en la que ratifica su apoyo a
la organización y recuerda las leyes antidiscriminación impulsadas por su
partido, en particular por Marta Suplicy, médica sexóloga, ex alcaldesa de
San Pablo y conocida militante por los derechos de las minorías sexuales.


En Uruguay, el Frente Amplio consiguió la aprobación de la unión
concubinaria, el cambio de sexo en el registro civil y una norma que
habilitaría la adopción legal por parte de parejas homosexuales. En Chile,
Michelle Bachelet cumplió su promesa de gobernar con un gabinete integrado
en partes iguales por hombres y mujeres, impulsó una ley para equiparar la
representación de género en los partidos políticos y una campaña de
educación sexual en los colegios y de anticoncepción de emergencia en los
hospitales públicos.


El régimen cubano, cuya capacidad de sintonizar los nuevos tiempos nunca
conviene subestimar, derogó las leyes discriminatorias e incluso lanzó una
ambiciosa y muy moderna política de inclusión de las minorías sexuales desde
el Centro Nacional de Educación Sexual, cuya directora es nada menos que
Mariela Castro, la hija de Raúl.


Por supuesto, no se trata de avances lineales. Dos años atrás, Tabaré
Vázquez vetó la ley de despenalización del aborto aprobada por un acuerdo
interpartidario impulsado por su propia coalición; Bachelet ha sido acusada
por las organizaciones gays chilenas de hacer poco y nada en defensa de sus
derechos; el PT, en cuyo origen se encuentran corrientes de cristianismo de
base, se niega a hablar de aborto, y alcanza con echarles un vistazo a las
blancas caras de la nomenklatura cubana para comprobar que la desigualdad
racial está lejos de haberse resuelto.


En Bolivia, la Justicia comunitaria, que la reforma impulsada por Evo
Morales elevó a rango constitucional como complemento de la Justicia
ordinaria (“occidental”), ha sido acusada de penalizar conductas propias de
la vida privada, como el adulterio (femenino). Y aunque sus defensores
insisten en que las versiones más arcaicas, en donde por ejemplo la mujer
adúltera era sometida a un corte de pelo como escarmiento, no están ya
vigentes, de todos modos hay que reconocer que puede generar problemas: la
tensión entre derechos humanos universales y multiculturalidad, una de las
grandes contradicciones del mundo contemporáneo sobre la cual viene
advirtiendo con lucidez Carlos Escudé (aunque Escudé, occidentalista
militante, piensa más en las sociedades islámicas).


Por otra parte, no sólo la izquierda ha asumido como propias este tipo de
banderas. Algunos partidos de derecha moderna, como el Partido Liberal
alemán, se muestran abiertos a las demandas de tolerancia a la diversidad,
aunque, al mirar el resto de las fuerzas de derecha europeas (el integrismo
del PP español, el conservadurismo de los tories británicos o el
reaccionarismo de cabaret estilo Berlusconi), hay que reconocer que es una
excepción.


En general, se trata de cuestiones que la izquierda ha asumido como
propias, como se confirma en Argentina al repasar los alineamientos
legislativos: el centroizquierda (Proyecto Sur, Encuentro, Socialismo) votó
unánimemente a favor, el centroderecha (PRO, Peronismo Federal) mayoritaria,
aunque no unánimemente, en contra, y los dos partidos de centro, radicalismo
y peronismo, divididos.


En cuanto al rol del Gobierno, es cierto que la iniciativa original no
fue elaborada por el Frente para la Victoria y que el apoyo fue transversal.
Pero también es verdad que el Gobierno destrabó el proyecto primero y lo
impulsó con fuerza después, y que sin ello difícilmente hubiera sido
aprobado. Si se miran con atención los comentarios previos, es fácil
comprobar que quienes están en contra del Gobierno pero a favor del
matrimonio gay (legisladores socialistas y radicales, algunos periodistas de
televisión) defendieron la tesis de que se trata de una iniciativa de todo
el arco político, no atribuible exclusivamente al kirchnerismo, en tanto que
aquellos que se oponen por igual al proyecto y al Gobierno (el diario La
Nación, la Iglesia) acusaron a este último de presionar para su aprobación.
Por si hacía falta, esto confirma el rol clave desempeñado por el
kirchnerismo, que con esta decisión se sitúa a la altura de la más moderna
izquierda latinoamericana.

Reproducimos el comunicado y los invitamos a todxs a difundirlo tambien:

Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito

No hay errores: hay atropellos contra los derechos humanos de mujeres


Desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito tomamos como un acto de responsabilidad por parte de las autoridades del Ministerio de Salud, la firma de la Resolución Ministerial 1184/2010 por la que se aprobara la nueva Guía Técnica para la Atención Integral de los Abortos No Punibles, fechada el 12 de julio.

Según la publicación en la página web del Ministerio de Salud de la Nación hasta el día de ayer: "La presente Guía Técnica para la Atención Integral de los Abortos No Punibles es una revisión y actualización del documento elaborado por el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (PNSSyPR) durante el año 2007 basado en cuatro fuentes principales." (http://www.scribd.com/doc/34657044/Guia-ANP-ResMin1184)

Es más, en el reciente reporte al Comité CEDAW el Estado Nacional indicó como uno de sus logros que "se elaboró y actualizó la guía de atención integral para casos de abortos no punibles, aprobada por resolución ministerial 1184/2010 del 12 de julio del corriente año".

Sin embargo, hoy nos enteramos por medios de prensa que desde el Ministerio de Salud se desmiente la firma de la resolución. Estos vaivenes no son ingenuos. En nuestra opinión responden a presiones políticas de los fundamentalismos que se oponen al cumplimiento del derecho a interrumpir un embarazo por parte de mujeres, jóvenes y niñas, contemplados en el Artículo 86 del Código Penal, que data del año 1921.

Nos indigna que se justifiquen estos vaivenes como "errores" de parte del Ministro de Salud, en tanto y en cuanto estamos hablando de las garantías necesarias para el ejercicio de derechos humanos de las mujeres. Seguramente los ahora llamados "errores" generarán especial confusión en el personal de salud y en la población en general, permitiendo así -por acción u omisión- que se sigan judicializando innecesariamente los casos de aborto no punible. Esos "errores" significan atropellos que no podemos dejar pasar.

Desde la Campaña por el Aborto legal llamamos a los diputados y diputadas firmantes de nuestro proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y a organizaciones sociales y políticas a expresarse públicamente ante estos atropellos y a exigir la vigencia de la Guía publicada, en un estado que se presume laico y garante de derechos igualitarios.

Asimismo, comprometemos nuestros esfuerzos en seguir trabajando para que se habiliten los debates necesarios en pos de la despenalización y legalización del aborto. Reafirmamos nuestros reclamos de "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir".

Argentina, 21 de julio de 2010
Comisión de Articulación Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito

www.abortolegal.com.ar


Contactos:
Claudia Anzorena (Mendoza): 0261-156616491 - claudia_anzorena@yahoo.com.ar
Cristina Ércoli (La Pampa): 02954-419536 - ercoli.cristina@yahoo.com.ar
Florencia López (Bs.As.): 011-1531962575 - mazalbaya@yahoo.com.ar
Marta Alanís (Cba.): 0351-155-649981 - marta.alanis@catolicas.com.ar
Ruth Zurbriggen (Neuquén): 0299-154282357 - ruthlibertaria@speedy.com.ar
Como les digo a los gorilas y ajenos por estos días: "la cada vez más bella" Presidente Cristina Fernández ayer promulgó la modificación del Código Civil que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo. La verdad es que las palabras fueron emotivas. Hay un momento potente en el minuto 10:30 del video que pego a continuación.

Se puede ver en el mismo, que alguno de los que se acercaban a entregarle las placas tenía el pañuelo de la Campaña por el derecho al aborto.
Ojalá ese sea el siguiente paso.


Visión Siete: La presidenta promulgó el matrimonio igualitario (TV Pública)
Ayer en Duro de Domar (Canal 9, producido por PPT, que también realiza TVR y 678) llevaron al piso a dos trabajadoras embarazadas despedidas de la fábrica de FelFort y a un delegado sindical de la empresa.

Ojo, aclaro que me parece bárbaro. Hiper-deseable. Y felicito a la producción del programa por hacerse cargo de una denuncia tan grave como esta. Aprovecho que ya lo subieron a Youtube para compartirlo (la entrevista y un informe sobre Fort).

Duro de Domar - Invitados: Joana Torres y Bianca Espinoza, ex empleadas de Fel Fort, y Rodolfo, delegado sindical (20-07-10)


Duro de Domar - Informe: Ricardo Fort: ostentación, despidos y mucho gel!!! (20-07-10)

El poder de la trata

La trata de personas con fines de explotación sexual o laboral es, en mi humilde opinión, uno de los problemas más jodidos de nuestro tiempo. Es una locura pensar que esto pase hoy a pocos pasos de nuestras casas, de nuestros laburos, de nuestros espacios de militancia. Hace unos años que el tema tomó un poco más de visibilidad. Sin duda mucho tuvo que ver el laburo de organizaciones sociales, la lucha de familiares de víctimas y el inestimable esfuerzo de algunos pocos medios de comunicación y algunxs periodistas en particular. Hubo una ley, muy discutida. Recuerdo hace unos años ir a una charla del Plenario de Trabajadoras en la Facultad de Filosofía y Letras (UBA) dónde se hablaba de tema. La ley puede reformarse y hay varios sectores empujando para "mejorarla".

Encontré este informe de la Agencia Télam en video y la producción de Investigación Nacional (Radio Nacional). Me pareció importante que sigan circulando. Creo que son muchxs lxs que no se hacen eco de estas problemáticas. Hay un complejo entramado de complicidades patriarcales, perspectivas de género (porque aunque no lo hagan de manera planificada, la tienen) y argumentos proto-políticos para ningunear estos asuntos. Recuerdo el diálogo de una compañera con un militande de una agrupación política de izquierda de la Facultad de Cs. Sociales: ella le preguntó porque en sus afiches ponían a Jorge Julio López y Luciano Arruga pero nunca mencionaban a las pibas secuestradas por las redes de trata. El muchacho le respondió que esas "no eran desparecidas políticas". Lapidario.

Creo que es hora de que empecemos a asumir estas problemáticas de manera recurrente. Aunque nos cueste, en un primer momento. A mi me cuesta muchísimo porque me veo hablando de cosas que no se del todo como abordar. No quiero pecar de opinar de todo sin saber. Pero también una forma de "aprender" a decir (como dijera en posts anteriores) es diciendo. Es escribir y reescribir. Seguir los temas. Discutirlos. Escuchar otras opiniones. Debatir con argumentos.

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"El poder de la trata"
Investigación Nacional: Diego Dominelli, Diego Gonzalez, Juan Guibelalde, Miriam Lewin y Ari Lijalad.


“El poder de la trata” (Parte 01)
Duración: 09:06 min.


“El poder de la trata” (Parte 02)
Duración: 09:50 min.


“El poder de la trata” (Parte 03)
Duración: 13:19 min.


“El poder de la trata” (Parte 04)
Duración: 09:26 min.


“El poder de la trata” (Parte 05)
Duración: 09:48 min.

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Télam dialogó con Sibila Camps, Gustavo Vera, Fernanda Gil Lozano, Zaida Gatti, Fabiana Túñez y Gloria Bonatto Según la OIT el tráfico de personas es el segundo negocio ilegal más difundido en el mundo, después del tráfico de drogas. En la Argentina alrededor de medio millón de personas son víctimas de este delito. Desde 2008, 654 víctimas fueron rescatadas de las redes que lucran con la explotación sexual. 149 eran niñas de entre 12 y 18 años.

Informe sobre Trata de personas (Télam)
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Suplemento LAS12, Página/12
Viernes, 21 de mayo de 2010

EL MEGAFONO)))
“LAS VICTIMAS NO PUEDEN SER CULPABILIZADAS”

La Coalición Argentina contra la Trata y Tráfico de Personas pertenece a la Red No a la Trata que integran, entre otros/as, Sara Torres, Susana Pastor y Alberto Ilieff.

Armas para el pueblo ya...

Con motivo del arranque de la nueva "temporada" de Peter Capusotto y sus videos (12 episodios, a partir de hoy a las 23 hs. por la TV Pública) los diarios de mayor tirada del domingo se hicieron eco. Dejo en este post un fragmento interesante de una nota y los links a las versiones completas de varias.

Miradas al Sur
Diego Capusotto: “Soy nihilista, anarquista y peronista”
Por Sebastián Feijoo


–¿Lo de oficialista te incomoda?
–Lo de humor oficialista, sí. El rock no tiene nada que ver con (Néstor) Kirchner. A no ser que haya tenido una banda y nunca me enteré. Nosotros estábamos en Canal 7 en la época de la Alianza y a nadie se le ocurrió decir que hacíamos humor aliancista . Pero en el escenario de hoy, cruzado por intereses de todo tipo, uno tiene un programa en el canal estatal y es kirchnerista. Yo me cago de la risa. Pero es una mirada muy vulgar, expresa demasiada liviandad.
–Y más allá del programa en sí mismo, ¿te sentís identificado con este gobierno?
–Es el Gobierno con el que siento más empatía desde la vuelta de la democracia. Creo que se avanzó en muchos aspectos y se enfrentó a poderes muy grandes y nefastos. Pero tampoco considero que estemos en un gobierno inmaculado, o en La Habana del ’59. No soy tan pelotudo. Lo que pasa es que uno mira la oposición y se espanta. ¿”Mejor Felipe”? Quién puede creer eso. ¿De Narváez y su peronismo disidente de Perón? Menos. La UCR se abraza a un traidor como Cobos y lo bendice como ex traidor. Después... Carrió es un personaje que entra en una especie de nebulosa de mugre...


Acá otras de ayer:

Clarín
Capusotto: "El humor me pone en un lugar más noble"
Por Adriana Schettini.

La Nación
Pedro Saborido: El hombre detrás de Capusotto
Por Ricardo Marín.

Página12
Capusotto: “Nuestra única pretensión es hacer alianzas con la gente”
Por Mariano Lago.


"...el aborto sería ley"

O al menos eso se suele cantar en movilizaciones a propósito de este tema.
La sensación, a un par de días de la aprobación por el Senado del "matrimonio igualitario", es que la ampliación de derechos -como gustan llamarlo algunxs- no es tan simple cuando hablamos de la legalización del aborto. Habrá que seguir "trabajando" la cuestión. Hay que construir consensos. Porque, con este Congreso actual, está MUY lejos de ser un debate plausible. Ojalá me equivoque, al menos en este punto (parte de esto) lo podemos empezar a corregir en 2011.
Mientras tanto, quedan las calles. Los blogs. Los volantes. Los twitters. Las publicaciones. Los medios de comunicación del palo. No sé. Un poco de agenda de barricada.



A modo de ejemplo, dejo un par de videos y audios que fui encontrando en los últimos días y creo que pueden sumar. Sería importante que todxs los que estamos interesados en discutir estos temas, hagamos correr la voz. Generemos "insumos" para el debate y la polémica con argumentos.


"Parlamento por el Derecho al Aborto legal y seguro" impulsado por el Colectivo de Mujeres Juana Azurduy, Diversidad & Género Proyecto Sur, Conurbanas, Enredadas por el Derecho a Decidir, Lesbianas y feministas por la descriminalización del Aborto, Ate Congreso Junta interna y UTE [Vía Télam]

Vía Twitter, vale decirlo, encontré este audio del programa Perros de la Calle de Andy Kustnezoff (Metro FM 95.1) que se reproduce acá abajo. Creo que es muy fuerte pero potente el testimonio de la Diputada Cecilia Merchán. Y también es interesante que se haya dado en una radio, por así decirlo, que no sigue demasiado la agenda política y social de cerca. Insisto con celebrarlo y agradecer que se haya dado este espacio a una problemática fundamental para toda la sociedad en materia de derechos humanos y, especialmente, derechos de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos.


Legalización del Aborto: entrevista a la Diputada Cecilia Merchán
Andy Kusnetzoff
Perros de la calle
Lunes a Viernes de 10 a 14 hs
Metro FM 95.1
Duración: 23:50 min.

Y para terminar, otro aporte de Télam, a propósito de la presentación de un libro de Mariana Carbajal (periodista de Página12)

Libro sobre el aborto de la periodista Mariana Carbajal [Vía Télam]

Putos Peronistas y Mariana Carbajal en 678

Lindo día para estar en esa mesa con Mariana Carbajal (la periodista-fetiche de este espacio virtual) y Mariano Rapetti de Putos Peronistas.

Parte 1 (de 3)


Parte 2 (de 3)


Parte 3 (de 3)

¡HOY! (Y a olvidarse del frío porteño)


Sábado 17/7, 21 hs.
Varieté / Peña / Fiesta del

Bachillerato Popular “20 Flores”

(de la Asamblea de Flores)




Magia / Proyecciones / Cuerda ventosa
Empanadas, choris, tartas, dulces
y bebidas, todo baratito!


$5.-

Avellaneda 2177
Flores (C.A.B.A.)


Bondis que te dejan cerca:
2-5-25-36-41-49-53-55-86-92-99-106-124-134
Subte: Línea A (Estación Carabobo)
Tren Sarmiento: Estacion de Flores

Página puso la tapa



No tuve tiempo de parar la pelota y escribir algo al respecto (entre otras cosas, me falta una gimnasia de escritura).

Pero, tengo que decirlo, fue una jornada realmente histórica y creo que para muchxs de nosotrxs no es fácil hacer una lectura en este momento. En lo profundamente personal, me siento muy complacido con haber estado ahí, en esa vigilia, bancandoles los trapos a los que realmente vienen militando esta lucha desde hace años.

Es un paso adelante en la ampliación de derechos, sí, pero también una bomba simbólica a muchas estructuras de la sociedad: poder impulsar la real separación del Estado de la Iglesia Católica, la visibilidad de las distintas identidades (no sólo de género u orientación sexual), poder pensar la posibilidad de tensiones y discusiones en el seno de todo lo que pareciera no poder cuestionarse, etc.
En fin, muchas sensaciones muy positivas.

¿Y ahora todxs juntos vamos por la legalización del aborto, no?


Visión Siete: Es Ley el matrimonio igualitario (TV Publica)

Se terminó el Mundial eh



(Abre en ventana aparte)



[Vía El viejo vizcacha]

Hoy se vota

Y acá estamos a favor.
Por si hacía falta decirlo.







Tres nuevos spots del INADI y Pedro Saborido.

Un cuento (y un juego) de Julio Cortázar



Hacer clic en la imagen para agrandar

Un juego y un cuento (se abren en otra ventana).


“La salud de los enfermos” de Julio Cortázar
Alejandro Apo
Donde quiera que estés
Lunes a Viernes de 15 a 17 hs
Radio Nacional AM 870
Duración: 21:50 min.

Más juegos, acá.

Martes 13, ¿Qué Plan tenés?


PLAN V - Trailer de la 2da Parte

Mañana, martes 13 de Julio de 2010, se estrena la esperada 2da parte de la serie argentina "Plan V" que, según su propia definición, es la primera serie web de temática lesbica. Toda la primera parte (11 episodios) se pueden ver en este apartado su web.

Ahora no recuerdo si la "conocí" por el SOY o por la nota en la revista Veintitrés. Lo que sí me acuerdo fue que al principio, cuando vi el primer capítulo, no me convenció del todo. Pero después leí una entrevista a Maruja Bustamante, una de sus directoras (que también representa uno de los personajes de esta historia), y decidí retomarla.

Con el correr de los capítulos la serie crece. Los personajes toman más y más carnadura. Y, de un momento a otro -como con las grandes historias de amor- te enganchan. Y así fue, nomás.

En el medio, la música hiperpegadiza del ascendente Coiffeur, las potentes melodías de las Kumbia Queers o el temón melodramático de Laika suman para hacer de la (breve pero intensa) primera parte. [Nota al margen: no me gusta mucho el término "temporada", es un poco anglófilo]

De mi parte, cuando algo me gusta, intento difundirlo aunque sea de manera rudimentaria. Muchos de mis amigxs (varones y heterosexuales) dijeron algunas estupideces. En función de ellas vuelvo, para terminar este comentario, a las palabras de Maruja:

¿En la serie existe la decisión de apelar a ciertos estereotipos lesbianos?
—Sí, ésa es la idea. Nuestro slogan es que Plan V es una Montaña Rusa para chicas. La idea es transmitir lo siguiente: mientras en la novela adolescente Montaña Rusa una chica se enamoraba de Gastón Pauls, había otra que se enamoraba de Nancy Duplaá. ¿Por qué no hacer una serie donde una chica se pueda identificar con sus protagonistas? De la misma manera que en esta novela había estereotipos claros, aquí también los hay y los exageramos un poco. Pato, mi personaje, es la más militante. Después está la remisera bien macho. Gaby Bex es la que no tiene conciencia de género, tiene la actitud de que le importa todo un bledo y siempre está con relaciones ocasionales. Pero justamente donde aparece más el prejuicio entre los espectadores homo o hétero son con las protagonistas. Al ser rubias y lindas, por lo general creen que están puestas como un objeto sexual, para que puedan enganchar la serie a los varones. Y esto no fue premeditado, ellas son así y punto. La cosa llegó hasta el colmo que muchas creen que ellas no son lesbianas y sin embargo están casadas en la vida real.
¿Por qué aparece esta confusión?
—Creo que es más fácil para los hétero, incluso también para los homo, creer que yo que soy la gordita sea la lesbiana y no las protagonistas que son rubias, flacas y lindas. Lo que resulta simpático y exagerado lo puedo reconocer fácilmente, pero, ¿mirá si me encuentro con una rubia, femenina y atractiva, y después resulta que es lesbiana? Lo que no es fácilmente reconocible resulta un problema para el otro porque no lo puedo encasillar en ningún lugar.



Laika - Disculpe las molestias [en vivo] (Leit motiv amoroso de la serie)



Le tengo fe a la película sobre la ya mítica travesía de San Martín que preparan desde la TV Pública. Y me cae muy bien Rodrigo de la Serna. Son dos cosas buenas juntas. Lo que no me convence es el título que le pusieron "Revolución. El cruce de los Andes". Qué se yo. Igual, lo importante es lo de adentro (?)


Revolución. El cruce de los Andes. TV Pública

Más info, acá (abre aparte).

Sexualidades que (no) se nombran



El viernes 21 de mayo de 2010 salió una nota en el Suplemento SOY de Página12 que se llamaba "Closet arde" -firmada por Alejandro Modarelli-.

Versaba sobre la cuestión de las explicitación "compulsiva" de la identidad de género u orientación sexual de una personalidad pública, con especial interés en los políticos y los famosos en pleno debate argentino por el llamado "matrimonio igualitario". Antes que nada, no puedo evitar hacer un comentario a propósito de esto: "matrimonio gay", "matrimonio igualitario", "matrimonio de personas del mismo sexo" o "matrimonio entre personas del mismo género" como editorializan desde CN23, son distintas formas de consignar en las que presiste una palabra "matrimonio".

Entiendo la razón por la cual se mantiene este elemento, pero aún así no estoy del todo seguro de cuál es la versión que adoptar en el uso cotidiano.

Hecha la disgresión, retorno al tema inicial: La nota de la que hablaba se refiere a una operación simbólica -pero también política- de búsqueda de visibilidad. Insisto, no creo que sea menor este punto. El debate por estos días, fundamentalmente el rol de los medios masivos de comunicación en su abordaje, también da cuenta de la dificultad para muchxs de "nombrar" lo que antes parecía abyecto, lo que antes era "invisible" a lo noticiable, lo que para muchos sigue siendo solamente objeto de burlas o estigmatizaciones.

A propósito de estas "dificultades" propias del nombrar, creo que también hay en ello una potencia. Es la que nos presenta el tratamiento de esta ley: hay muchxs comunicadorxs bienaventurados a los que se les nota que no tienen ánimos de bardear, pero aún así reproducen esas formas discriminatorias. Algo similar pasa muchas veces cuando se habla de "trata de blancas" para referirse a la "trata de personas" (o lo que sería más claro "tráfico de mujeres, niños y niñas para la explotación sexual" o "laboral" en condiciones de esclavitud).

Todos los caminos conducen nuevamente a la función social y política de los medios masivos como territorios dónde muchas veces se construye y disputa el sentido de la vida cotidiana.

Vuelvo al comienzo, para terminar, porque suelo irme por las ramas: al artículo mencionado lo acompañaba una subnota. Dejo dos citas de aquella, advirtiendo que salió en el SOY que es un suplemento único en los diarios de tirada nacional. Las señalo porque me parecieron parte de "esas cosas" que empiezan a poder ser dichas en los medios masivos argentinos:


Sobre el Ejército:
"(...) Los ecos del jolgorio prusiano resonaron en el Ejército Argentino, dentro del cual hubo en el siglo pasado dos grandes episodios: el primero, la acusación del capitán Arturo Masedo al mayor Comas, que lo asesinó en 1906. Los medios de la época temieron por una crisis de jerarquía en la institución armada. Pero la más estridente salida masiva del closet, y por la fuerza, se dio en 1942 con el escándalo de cadetes del Colegio Militar, fotografiados desnudos y con las gorras puestas en fiestas de gays. Se cree que en la proclama de los golpistas de 1943 se aludió elípticamente al caso cuando se subrayó la corrupción en que habían caído las Fuerzas Armadas. (...)"


Sobre el Futbol:
"(...) En el universo del fútbol, los rumores se compran como obras de arte. Pero sólo Justin Fashanu salió del closet en 1990, a raíz de lo cual sufrió la persecución mediática, y se suicidó el 2 de mayo de 1998. El recuerdo de su historia y su muerte dio origen al día internacional contra la homofobia en el fútbol. (...)


Evidentemente, hay mucho por (aprender a) decir.



“Como reina que acaba” de Néstor Perlongher
Gabriela Borrelli
Noche tras noche
Lunes a Viernes de 02 a 05 hs
Radio Nacional AM 870
Duración: 01:39 min.

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[El audio lo tomamos del blog del programa: Noche tras noche]

Doscientos años de Música






Simpática campaña de Zivals por el Bicentenario.
[Vía "Rock que me hiciste bien"]

Matrimonio entre personas del mismo sexo



Hacer clic en la imagen para agrandar (se abre en una ventana aparte)

El lunes 28/6 estuve con algunxs compañerxs, amigxs y sus amigxs en el Congreso. Pensaba escribir algo cuando volviera. Pero después fueron pasando los días y no lo hice. Me pareció que había "poca" gente. Lo digo con total honestidad, imaginé que muchxs que no solíamos estar apoyando estos reclamos (por los motivos políticos que sean, es otra discusión) nos volcaríamos masivamente.

Entre las cosas que no quiero dejar de decir, es que me traje un pin de Evita Tortillera hermoso que me regaló Tincho de Putos Peronistas, que está siendo un trofeo en mi saco marrón que tanto uso por estos días. En estos días una de sus denuncias (sobre homofobia en una escuela bonaerense) llegó al Ministerio de Educación y fue reflejada por Página12.

Para sumar, abrí el post con el juego -una criptofrase- que desde el Colectivo de Juegos propusimos como tributo/apoyo y lo cierro con algunos videos que circularon y que tienen informaciones y opiniones diversas.


Matrimonio de personas del mismo sexo | Aprobación ya! | separacion de la Iglesia y el Estado / Vía TV PTS


Visión Siete: Contundente "Sí" al matrimonio igualitario / Vía TV Pública


Visión Siete: Contra la discriminación / Vía TV Pública


Con sentido público (18-06-10) Spot Matrimonio Igualitario / Vía TV Pública



Spots del Foro de Diversidad Sexual del INADI / Vía INADI

“La madre de Ernesto” de Abelardo Castillo
Alejandro Apo
Donde quiera que estés
Lunes a Viernes de 15 a 17 hs
Radio Nacional AM 870
Duración: 14:18 min.

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"La madre de Ernesto" (Abelardo Castillo)

Si Ernesto se enteró de que ella había vuelto (cómo había vuelto), nunca lo supe, pero el caso es que poco después se fue a vivir a El Tala, y, en todo aquel verano, sólo volvimos a verlo una o dos veces. Costaba trabajo mirarlo de frente. Era como si la idea que Julio nos había metido en la cabeza -porque la idea fue de él, de Julio, y era una idea extraña, turbadora: sucia- nos hiciera sentir culpables. No es que uno fuera puritano, no. A esa edad, y en un sitio como aquél, nadie es puritano. Pero justamente por eso, porque no lo éramos, porque no teníamos nada de puros o piadosos y al fin de cuentas nos parecíamos bastante a casi todo el mundo, es que la idea tenía algo que turbaba. Cierta cosa inconfesable, cruel. Atractiva. Sobre todo, atractiva.
Fue hace mucho. Todavía estaba el Alabama, aquella estación de servicio que habían construido a la salida de la ciudad, sobre la ruta. El Alabama era una especie de restorán inofensivo, inofensivo de día, al menos, pero que alrededor de medianoche se transformaba en algo así como un rudimentario club nocturno. Dejó de ser rudimentario cuando al turco se le ocurrió agregar unos cuartos en el primer piso y traer mujeres. Una mujer trajo.
–¡No!
–Sí. Una mujer.
–¿De dónde la trajo?
Julio asumió esa actitud misteriosa, que tan bien conocíamos –porque él tenía un particular virtuosismo de gestos, palabras, inflexiones que lo hacían raramente notorio, y envidiable, como a un módico Brummel de provincias–, y luego, en voz baja, preguntó:
–¿Por dónde anda Ernesto?
En el campo, dije yo. En los veranos Ernesto iba a pasar emanas a El Tala, y esto venía sucediendo desde que el padre, a de aquello que pasó con la mujer, ya no quiso regresar al pueblo. Yo dije en el campo, y después pregunté:
–¿Qué tiene que ver Ernesto?
Julio sacó un cigarrillo. Sonreía.
–¿Saben quién es la mujer que trajo el turco?

Aníbal y yo nos miramos. Yo me acordaba ahora de la madre de Ernesto. Nadie habló. Se había ido hacía cuatro años, con una de esas compañías teatrales que recorren los pueblos: descocada, dijo esa vez mi abuela. Era una mujer linda. Morena y amplia: yo me acordaba. Y no debía de ser muy mayor, quién sabe si tendría cuarenta años.
–Atorranta, ¿no?
Hubo un silencio y fue entonces cuando Julio nos clavó aquella idea entre los ojos. O, a lo mejor, ya la teníamos.
–Si no fuera la madre...
No dijo más que eso.
Quién sabe. Tal vez Ernesto se enteró, pues durante aquel verano sólo lo vimos una o dos veces (más tarde, según dicen, el padre vendió todo y nadie volvió a hablar de ellos), y, las pocas veces que lo vimos, costaba trabajo mirarlo de frente.
–Culpables de qué, che. Al fin de cuentas es una mujer de la vida, y hace tres meses que está en el Alabama. Y si esperamos que el turco traiga otra, nos vamos a morir de viejos.
Después, él, Julio, agregaba que sólo era necesario conseguir un auto, ir, pagar y después me cuentan, y que si no nos animábamos a acompañarlo se buscaba alguno que no fuera tan braguetón, y Aníbal y yo no íbamos a dejar que nos dijera eso.
–Pero es la madre.
–La madre. ¿A qué llamás madre vos?: una chancha también pare chanchitos.
–Y se los come.
–Claro que se los come. ¿Y entonces?
–Y eso qué tiene que ver. Ernesto se crió con nosotros.
Yo dije algo acerca de las veces que habíamos jugado juntos; después me quedé pensando, y alguien, en voz alta, formuló exactamente lo que yo estaba pensando. Tal vez fui yo:
–Se acuerdan cómo era.
Claro que nos acordábamos, hacía tres meses que nos veníamos acordando. Era morena y amplia; no tenía nada de maternal.
–Y además ya fue medio pueblo. Los únicos somos nosotros.
Nosotros: los únicos. El argumento tenía la fuerza de una provocación, y también era una provocación que ella hubiese vuelto. Y entonces, puercamente, todo parecía más fácil. Hoy creo –quién sabe– que, de haberse tratado de una mujer cualquiera, acaso ni habríamos pensado seriamente en ir. Quién sabe. Daba un poco de miedo decirlo, pero, en secreto, ayudábamos a Julio para que nos convenciera; porque lo equívoco, lo inconfesable, lo monstruosamente atractivo de todo eso, era, tal vez, que se trataba de la madre de uno de nosotros.
–No digas porquerías, querés -me dijo Aníbal.
Una semana más tarde, Julio aseguró que esa misma noche conseguiría el automóvil. Aníbal y yo lo esperábamos en el bulevar.
–No se lo deben de haber prestado.
–A lo mejor se echó atrás.
Lo dije como con desprecio, me acuerdo perfectamente. Sin embargo fue una especie de plegaria: a lo mejor se echó atrás. Aníbal tenía la voz extraña, voz de indiferencia:
–No lo voy a esperar toda la noche; si dentro de diez minutos no viene, yo me voy.
–¿Cómo será ahora?
–Quién... ¿la tipa?
Estuvo a punto de decir: la madre. Se lo noté en la cara. Dijo la tipa. Diez minutos son largos, y entonces cuesta trabajo olvidarse de cuando íbamos a jugar con Ernesto, y ella, la mujer morena y amplia, nos preguntaba si queríamos quedarnos a tomar la leche. La mujer morena. Amplia.
–Esto es una asquerosidad, che.
–Tenés miedo – dije yo.
–Miedo no; otra cosa.
Me encogí de hombros:
–Por lo general, todas éstas tienen hijos. Madre de alguno iba a ser.
–No es lo mismo. A Ernesto lo conocemos.
Dije que eso no era lo peor. Diez minutos. Lo peor era que ella nos conocía a nosotros, y que nos iba a mirar. Sí. No sé por qué, pero yo estaba convencido de una cosa: cuando ella nos mirase iba a pasar algo.
Aníbal tenía cara de asustado ahora, y diez minutos son largos: Preguntó:
–¿Y si nos echa?
Iba a contestarle cuando se me hizo un nudo en el estómago: por la calle principal venía el estruendo de un coche con el escape libre.
–Es Julio –dijimos a dúo.
El auto tomó una curva prepotente. Todo en él era prepotente: el buscahuellas, el escape. Infundía ánimos. La botella que trajo también infundía ánimos.
–Se la robé a mi viejo.
Le brillaban los ojos. A Aníbal y a mí, después de los primeros tragos, también nos brillaban los ojos. Tomamos por la Calle de los Paraísos, en dirección al paso a nivel. A ella también le brillaban los ojos cuando éramos chicos, o, quizá, ahora me parecía que se los había visto brillar. Y se pintaba, se pintaba mucho. La boca, sobre todo.
–Fumaba, ¿te acordás?
Todos estábamos pensando lo mismo, pues esto último no lo había dicho yo, sino Aníbal; lo que yo dije fue que sí, que me acordaba, y agregué que por algo se empieza.
–¿Cuánto falta?
–Diez minutos.
Y los diez minutos volvieron a ser largos; pero ahora eran largos exactamente al revés. No sé. Acaso era porque yo me acordaba, todos nos acordábamos, de aquella tarde cuando ella estaba limpiando el piso, y era verano, y el escote al agacharse se le separó del cuerpo, y nosotros nos habíamos codeado.
Julio apretó el acelerador.
–Al fin de cuentas, es un castigo –tu voz, Aníbal, no era convincente–: una venganza en nombre de Ernesto, para que no sea atorranta.
–¡Qué castigo ni castigo!
Alguien, creo que fui yo, dijo una obscenidad bestial. Claro que fui yo. Los tres nos reímos a carcajadas y Julio aceleró más.
–¿Y si nos hace echar?
–¡Estás mal de la cabeza vos! ¡En cuanto se haga la estrecha lo hablo al turco, o armo un escándalo que les cierran el boliche por desconsideración con la clientela!
A esa hora no había mucha gente en el bar: algún viajante y dos o tres camioneros. Del pueblo, nadie. Y, vaya a saber por qué, esto último me hizo sentir audaz. Impune. Le guiñé el ojo a la rubiecita que estaba detrás del mostrador; Julio, mientras tanto, hablaba con el turco. El turco nos miró como si nos estudiara, y por la cara desafiante que puso Aníbal me di cuenta de que él también se sentía audaz. El turco le dijo a la rubiecita:
–Llevalos arriba.
La rubiecita subiendo los escalones: me acuerdo de sus piernas. Y de cómo movía las caderas al subir. También me acuerdo de que le dije una indecencia, y que la chica me contestó con otra, cosa que (tal vez por el coñac que tomamos en el coche, o por la ginebra del mostrador nos causó mucha gracia. Después estábamos en una sala pulcra, impersonal, casi recogida, en la que había una mesa pequeña: la salita de espera de un dentista. Pensé a ver si nos sacan una muela. Se lo dije a los otros:
–A ver si nos sacan una muela.
Era imposible aguantar la risa, pero tratábamos de no hacer ruido. Las cosas se decían en voz muy baja.
–Como en misa – dijo Julio, y a todos volvió a parecernos notablemente divertido; sin embargo, nada fue tan gracioso como cuando Aníbal, tapándose la boca y con una especie de resoplido, agregó:
–¡Mirá si en una de ésas sale el cura de adentro!
Me dolía el estómago y tenía la garganta seca. De la risa, creo. Pero de pronto nos quedamos serios. El que estaba adentro salió. Era un hombre bajo, rechoncho; tenía aspecto de cerdito. Un cerdito satisfecho. Señalando con la cabeza hacia la habitación, hizo un gesto: se mordió el labio y puso los ojos en blanco.
Después, mientras se oían los pasos del hombre que bajaba, Julio pregunto:
–¿Quién pasa?
Nos miramos. Hasta ese momento no se me había ocurrido, o no había dejado que se me ocurriese, que íbamos a estar solos, separados –eso: separados- delante de ella. Me encogí de hombros.
–Qué sé yo. Cualquiera.
Por la puerta a medio abrir se oía el ruido del agua saliendo de una canilla. Lavatorio. Después, un silencio y una luz que nos dio en la cara; la puerta acababa de abrirse del todo. Ahí estaba ella. Nos quedamos mirándola, fascinados. El deshabillé entreabierto y la tarde de aquel verano, antes, cuando todavía era la madre de Ernesto y el vestido se le separó del cuerpo y nos decía si queríamos quedarnos a tomar la leche. Sólo que la mujer era rubia ahora. Rubia y amplia. Sonreía con una sonrisa profesional; una sonrisa vagamente infame.
–¿Bueno?
Su voz, inesperada, me sobresaltó: era la misma. Algo, sin embargo, había cambiado en ella, en la voz. La mujer volvió a sonreír y repitió "bueno", y era como una orden; una orden pegajosa y caliente. Tal vez fue por eso que, los tres juntos, nos pusimos de pie. Su deshabillé, me acuerdo, era oscuro, casi traslúcido.
–Voy yo –murmuró Julio, y se adelantó, resuelto.
Alcanzó a dar dos pasos: nada más que dos. Porque ella entonces nos miró de lleno, y él, de golpe, se detuvo. Se detuvo quién sabe por qué: de miedo, o de vergüenza tal vez, o de asco. Y ahí se terminó todo. Porque ella nos miraba y yo sabía que, cuando nos mirase, iba a pasar algo. Los tres nos habíamos quedado inmóviles, clavados en el piso; y al vernos así, titubeantes, vaya a saber con que caras, el rostro de ella se fue transfigurando lenta, gradualmente, hasta adquirir una expresión extraña y terrible. Sí. Porque al principio, durante unos segundos, fue perplejidad o incomprensión. Después no. Después pareció haber entendido oscuramente algo, y nos miró con miedo, desgarrada, interrogante. Entonces lo dijo. Dijo si le había pasado algo a él, a Ernesto.
Cerrándose el deshabillé lo dijo.
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