Reproducimos el comunicado de la Comisión de Prensa de la Asamblea de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA):

Violencia es Mentir

Ante el comunicado del Decano, los estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales creemos que también tenemos cosas para decir.

En principio, nos interesa remarcar que construir no es dañar: no es verdad que se haya hecho un 'boquete', tampoco es real la existencia de destrozos. La construcción del comedor es llevada a cabo por compañeros arquitectos y albañiles capacitados para realizar la tarea.

Esto demuestra que organizados y con voluntad política hicimos en cuatro días lo que la Gestión no quiso hacer en cuatro años.

En el año 2007 se inaugura la sede de Constitución, sin instalaciones de gas, sin biblioteca, sin sala de estudios ni de lectura, sin sala de profesores, sin guardería, sin comedor; mudando una única carrera mediante una decisión arbitraria a la cual los estudiantes nos opusimos. Hoy, tres años y medio después, el "edificio en mejor estado" no cuenta con servicios elementales, las instalaciones están hechas de modo improvisado, y las obras en realización nos han llevado a cursar en medio de inundaciones generalizadas y con ruidos constantes.

El reclamo por el comedor en la sede de Constitución se hizo oír desde el momento de la mudanza y los estudiantes, a través de distintas instancias de co-gobierno y mediante diversas medidas organizativas, dimos cuenta de esta necesidad: desde la presentación de proyectos y petitorios en Juntas de Carrera y en Consejo Directivo y festivales por el comedor, hasta la implementación de un 'comedor transitorio' en la sede y la conformación de una comisión integrada por estudiantes de las tres sub-sedes para discutir sobre esta cuestión.

No se dio nunca respuesta a estos reclamos y la necesidad de comedores estudiantiles ha sido históricamente ignorada por las sucesivas autoridades de la Facultad.

En una sede que hace 3 años y medio existe y ante la respuesta de la Gestión de que para tener nuestro comedor debemos "esperar a que esté construida la última etapa del edificio" (que nos dicen tardaría mínimo 3 años más), y sabiendo que barajan la posibilidad de entregarlo a una concesión privada, decidimos no esperar más.

En un contexto de movilización por la educación pública en general, de toma masiva de colegios, universidades y terciarios, y luego de un largo trabajo en comisiones constituidas por distintas agrupaciones estudiantiles, colectivos autogestionados y estudiantes no agrupados, se decide en asambleas masivas recuperar un aula para hacer el comedor.

Sí, efectivamente se está construyendo el comedor en Constitución. Los comedores existentes en las otras dos sedes han sido conseguidos con prácticas similares.

¿Quién "daña" al nuevo edificio con sus obras?

¿Quién "destruye la sede en mejor estado"?

¿Quién demuestra constantemente "desprecio por el bien común y el patrimonio público"?

¿"Destrucción y apropiación privada"? o ¿Construcción y apropiación colectiva?

Sobre la destrucción y la precariedad del trabajo realizado, cabe preguntarse por el deterioro general de las otras sub-sedes, el cual se debe a la inacción del Estado frente a sus responsabilidades y a la falta de respuesta de las sucesivas gestiones de la Facultad. En la reforma del estatuto en 2008 se eliminó el derecho a la existencia de comedores universitarios sostenidos con fondos públicos.

Como venimos sosteniendo, la posibilidad de acceder a un plato de comida por $4 (como sucede en Marcelo T. y Ramos) es fundamental para garantizar el acceso y la permanencia en la Universidad sin restricciones socioeconómicas, y forma parte del derecho a la educación pública, además de ser un lugar de encuentro e intercambio que rompe con la lógica del 'curso y me voy'.

En contextos en los que se cierran los espacios culturales y sociales, la conquista de los comedores ha dado lugar a numerosas actividades sociales, políticas y culturales. Sin duda son experiencias valiosas aunque no suficientes, pero aportan a crear un sentido diferente de lo público en el contexto de una Universidad en crisis.

Las autoridades que gobiernan esta Facultad no buscan la participación del conjunto de la comunidad académica, por el contrario atacan y deslegitiman a la amplia mayoría de las agrupaciones estudiantiles, a los cientos de estudiantes que participan de las asambleas, a sus formas organizativas, sus propuestas y sus acciones. Desde ese lugar, no se puede pedir luego mesura, diálogo, participación institucional.

¿Quién ejerce la violencia?

En la "sede en mejor estado" no están en funcionamiento los ascensores. ¿Eso no es violencia hacia quien no puede subir una escalera? El hacinamiento en MT y en Ramos, ¿no es violencia hacia quienes padecen cotidianamente esas condiciones? Trabajar sin cobrar un salario digno, ¿no es violencia hacia nuestros docentes?

Nosotros podemos elegir aceptar esta violencia cotidiana o, en cambio, abrir nuevas prácticas, sostenerlas y recrearlas con nuestra participación. La apertura de un comedor es una oportunidad para replantear estas relaciones en una práctica concreta. No soluciona todos los problemas ni resuelve por sí misma la crisis de la educación pública, pero es un paso concreto, un avance, una conquista que nos permite encontrarnos y seguir pensando la Universidad que queremos construir.

Invitamos a todos y todas a ser partícipes de esta construcción colectiva...

Y próximamente a la inauguración del tan esperado

Comedor de la sede de Constitución.

Comisión de Prensa de la Asamblea de Sociales



Aclaración: Las fotos las "tomé" de un álbum de Facebook. Aclaro que no eran parte del comunicado, por las dudas.

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