Sexualidad en el aula Mamás como papás ven positivo que docentes intervengan en la educación sexual de sus hijos e hijas, un derecho que estableció la ley de educación sexual integral en 2006. Sienten sobre todo preocupación por los embarazos no deseados y la enfermedad del SIDA, percibiendo la sexualidad como algo peligroso. No tienen presente que niños, niñas, adolescentes y jóvenes escolarizados están frente a la posibilidad de acceder a una formación libre de estereotipos de género. Tampoco consideran temas como la prevención de la violencia y el abuso sexual y la no discriminación, por ejemplo de las y los hijos de parejas homosexuales. Ayelén Vinagre tiene una hija en preescolar, Candela, y otra en el nivel inicial, Victoria, y según su testimonio 'no hay temas tabú' en su hogar en torno a la sexualidad; espera igualmente que en el colegio sus niñas reciban información sobre la intimidad y sus límites. Sus temores se proyectan hacia futuro, principalmente por el embarazo no deseado o porque 'la curiosidad pese más que la razón y las lleve a hacer cosas para las que no estén preparadas'. Con dos hija mujeres Daniel García también considera adecuado que docentes enseñen sobre sexualidad; si bien son pequeñas, Valentina concurre a un segundo grado y Catalina tiene apenas dos años, quiere que más adelante reciban información para prevención de embarazos y enfermedades de transmisión sexual. Asegura que en el hogar abordarán este tema tanto él como su pareja. En general estos papás y mamá que envían a sus niñas, niños y adolescentes a instituciones privadas, desconocían que aprender sobre sexualidad implica además acceder a información para prevenir situaciones de abuso y violencia, entre otros temas como la diversidad sexual. La situación es similar entre papás y mamás con hijos e hijas en instituciones públicas. Las hijas de Estela Díaz Toja asisten a una escuela del barrio de Devoto y todavía no recibieron información sobre el tema. Frente a la ausencia de un espacio adecuado, Díaz Toja decidió llevarlas a una charla a un hospital, sintió que en esta situación una médica debía estar al frente y esperaba que la misma brindara información sobre el ciclo menstrual, el uso del preservativo, las primeras relaciones sexuales, pero resultó ser insuficiente. Ella se ve como una mamá de ‘mente abierta’ y sin embargo no le resulta fácil conversar con Morena de 13 años, y Luciana de 12 acerca de la sexualidad. En cuanto a la comunidad docente, el 95 por ciento de sus miembros ve necesaria la inclusión de la educación sexual en los planes de estudios, según confirmó Mara Brawer, subsecretaria de Equidad y Calidad Educativa del Ministerio de Educación de la Nación, y alrededor de 50 por ciento solicita capacitación para poder conversar con los y las alumnas sobre los procesos biológicos, sociales y culturales acerca de la sexualidad. 'Los docentes pensamos que no estamos habilitados para hablar de sexualidad y necesitamos capacitación, tenemos muchos temores', aseguró la maestra de tercer grado Marcela Perrone, que antes de 2008 desconocía de qué manera debía brindar información y temía enseñar al estudiante cuyo entorno considerara tabú este tema. Realizó entonces un curso de actualización académica sobre educación sexual integral en la Escuela de Capacitación Docente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. 'Aprendí cómo posicionarme, mis obligaciones y la legislación que nos ampara', explicó la docente que en 2009 se animó a trabajar la sexualidad en una escuela pública porteña, ya que debía enseñar el proceso de la adolescencia en la materia de ciencias sociales. Perrone recordó que utilizaron materiales distribuidos por el gobierno porteño como la colección ‘Estás creciendo’ y los y las alumnas 'fueron muy cuidadosos y respetuosos, valoraron la información. Unas imágenes me produjeron un poco de vergüenza por ser tan explícitas, una piensa en la pregunta que realizará el chico cuando llegue el momento de sostener lo que muestra el libro. Pero fue bueno hacerlo porque no sé si esos chicos tendrán otra oportunidad fuera de la escuela', evaluó. Sobre la iniciativa de enseñar educación sexual en el aula, la docente remarcó la importancia de hacer propuestas y aclaró que 'tendría que haber más estímulo y preocupación por parte de las autoridades para generar este espacio concreto y darle un tiempo como el que dedicamos a los actos'. Los lineamientos curriculares para implementar la educación sexual integral en las escuelas fueron aprobados por el consejo de ministros de todas las provincias en 2008. Ese mismo año el Programa de Educación Sexual Integral de la Nación realizó un trabajo de sensibilización dirigido a la comunidad educativa y también a la ciudadanía en general y se conformó la mesa federal de referentes de educación sexual integral. Se hicieron además campañas basadas en afiches y trípticos con disparadores para abordar el tema en las aulas, por ejemplo utilizando el día de la no discriminación como efemérides. También se desarrollaron cursos virtuales de capacitación, este año se realiza la tercera edición y está orientada a los institutos de formación docente (ver recuadro). Al mismo tiempo se elaboraron materiales que contienen los lineamientos curriculares, un cuaderno para los niveles inicial y primario, y dos para el secundario, más unas láminas para todos los niveles. 'Con el cuaderno y las láminas del nivel correspondiente el docente está en condiciones de enseñar educación sexual integral en el aula', anunció la funcionaria Mara Brawer, quién informó que el Ministerio de Educación se ocupó de que estos materiales llegaran a todos los establecimientos escolares del país. 'La diversidad está trabajada en los materiales', explicó la subsecretaria de Equidad y Calidad Educativa, al ser consultada especialmente porque está en boca de muchos padres y madres debido a la sanción de la ley de matrimonio igualitario. La diversidad sexual se aborda en el segundo cuaderno destinado a la secundaria, que incluye además la situación de la trata de personas y los noviazgos violentos. La perspectiva de género y la no discriminación transversalizan los contenidos desde el nivel inicial, enmarcando temas como la prevención del abuso, donde niños y niñas aprenden a discernir entre secretos que pueden guardarse y otros que deben contarse. Conocen asimismo partes de su cuerpo y aquellas que sólo pueden ser tocadas por personas determinadas en contextos específicos, describió Brawer. En el nivel inicial, continuó la funcionaria, se hace hincapié en el derecho a la intimidad: 'una lámina del tamaño y calidad de un mapa muestra una imagen de una niña ingresando a un baño ocupado y una segunda niña esperando a que el baño se desocupe. En el nivel secundario se aborda por ejemplo el supuesto de que la mujer no puede concebir es su primera relación sexual, se conversa sobre que la presión del entorno puede llevar a chicos y chicas a iniciar una relación sexual, y se enseña asimismo a utilizar un preservativo'. Según los testimonios de papás y mamás, hay escuelas que no han implementado estrategias para dar cumplimiento a la Ley de Educación Sexual Integral, y siguiendo las declaraciones de Mabel Sampaolo, de la Central de Trabajadores de Argentina, falta voluntad en las y los docentes para reclamar los materiales distribuidos por el gobierno nacional e institucionalizar la educación sexual integral.
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Artemisa Noticias |
Publicado por
Santiago Kahn
en
12:00
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